La seguridad es un aspecto esencial en todos los componentes para maquinaria de elevación y transporte. Los aparejos deben ofrecer una completa garantía y responder a las más altas exigencias de calidad, puesto que un fallo de seguridad puede conllevar graves consecuencias tanto a nivel de costes como en riesgos para los trabajadores. Por ello, los materiales de los aparejos han de estar diseñados siempre en base a normativas reconocidas y con coeficientes de seguridad frente a roturas y límite elástico basados en dichas normas.
Los elementos principales a tener en cuenta para garantizar la seguridad de estos componentes industriales son el cumplimiento de las normas FEM y DIN, un diseño adecuado a la aplicación del aparejo y la inclusión de los elementos de seguridad requeridos en función del uso. Además, se debe realizar una revisión periódica de todos los componentes por parte de personal cualificado a lo largo de toda la vida útil del equipo.
El diseño y fabricación de los aparejos ha de realizarse teniendo en cuenta los grupos de trabajo, que se establecen en función del número de horas de funcionamiento y el espectro de carga. A través de la normativa FEM, se contemplan coeficientes de seguridad diferentes para los aparejos que van a trabajar de manera ininterrumpida frente a aquellos que se utilizan de forma ocasional.
Así mismo, el diseño debe contemplar también los factores relacionados con el trabajo a realizar, como son la carga, velocidades y temperatura de trabajo. Un diseño de producto realizado sin disponer de los datos suficientes de carga o aplicación del producto, así como la entrega de un producto indicado para un uso más liviano del que realmente necesita el cliente son posibles causas de rotura de los materiales.
Los aparejos deben cumplir con las exigencias establecidas en las normas FEM / DIN, así como las normativas específicas en función del sector de actividad al que se dirijan. Con el fin de garantizar la seguridad y evitar riesgos de rotura, las pruebas recomendables en aparejos son:
- En materiales: ensayos no destructivos (END) y ensayos destructivos (resiliencias).
- Pruebas de carga: basadas en normativas, pueden llegar a ser 2 veces la carga nominal de trabajo.
Las causas más habituales de ruptura en los aparejos están relacionadas con un uso incorrecto de la maquinaria. Los motivos que ocasionan estos problemas de seguridad pueden ser:
- Sobrecarga: si se utiliza el aparejo para elevar más carga que la indicada en el diseño.
- Desgaste prematuro en el gancho: cuando se usan cadenas de mayor dureza que el gancho se acelera su deterioro.
- Golpes: en algunas instalaciones es inevitable que los aparejos sufran golpes y esto puede provocar el aplastamiento o rotura de las defensas de las poleas, la rotura del pestillo de seguridad u otros desperfectos que suponen un riesgo de seguridad.
- Lubricación: si los rodamientos no están bien engrasados pueden bloquearse y provocar una rotura de la polea o incluso del cable. Para una correcta interacción con la garganta de la polea, el cable también ha de estar lo suficientemente lubricado.
Las rupturas más peligrosas son ajenas al aparejo en sí y se dan en los componentes que entran en contacto con él, como son el cable, la eslinga o cadena. Estas roturas se producen por un mal uso del aparejo, relacionado con la sobrecarga, una lubricación deficiente, golpes o un desgaste acelerado de los componentes. Si la eslinga se rompe, puede provocar la caída de la carga, una situación que se da con una probabilidad baja pero que tiene unas consecuencias extremadamente dañinas, tanto a nivel personal como material.
Con el fin de garantizar la seguridad y la vida útil de la maquinaria, los aparejos deben ser revisados periódicamente por personal cualificado. Estas revisiones deben controlar el correcto estado de todos los componentes y su conformidad con las especificaciones, incluyendo:
- Mecanismos y dispositivos de seguridad
- Ganchos y otros medios de sujeción de la carga
- Cables y fijaciones
- Protecciones
- Ejes y medios de fijación de los aparejos
Aquellos componentes que presenten deficiencias deberán ser reparados o desechados y sustituidos.
Además, todos los aparejos de amarre deberán tener claramente marcada su capacidad máxima de uso y los trabajadores tendrán que respetar siempre ese límite de carga. Por otro lado, las piezas se han de izar correctamente paletizadas y embaladas o en los cestones adecuados y diseñados para ser manipulados con grúas.
Si queremos tener una total tranquilidad en cuanto a la seguridad de los componentes para la maquinaria de elevación y transporte, es importante también contar con proveedores que cumplan los suficientes requisitos de calidad.
Para ello, es recomendable optar por fabricantes con conocimiento técnico demostrable en las diferentes normativas existentes y capaces de ofrecer soluciones específicas para diferentes aplicaciones. Un equipo experimentado será capaz de ofrecer productos diseñados en función de las condiciones de carga, evitando así tanto el sobredimensionado como situaciones de sobrecarga que puedan provocar el desgaste acelerado o incluso roturas y caída de la carga.